viernes, 7 de noviembre de 2008

Domingo por la mañana

En la radio suena “La Demeure d'un Ciel”, domingo por la mañana. A mi lado, una hispana de pelo rizado inmenso, largo, que tapa la parte superior de una espalda que muestra brillos marcados por la luz que entra por la ventana abierta (todavía sin arreglar). Miro su suavidad (porque constato que la suavidad se puede ver). Al final, como cualquier tio, acabo fijando mi mirada en su “gratificante” trasero. Me mira, sonrie.

- Qu'est-ce que tu pense? - me pregunta Carmen
- ¿Ahora me vas a hablar en francés?
- (sonrisa) no, claro que no...¿estás bien?

Sí, estoy bien. Siempre quise este momento. Le contesto con un “sí” mucho más que sonriente. “No, ¿otra vez?”...sonrisas.

He perdido la noción del tiempo. Me levanto desnudo y ella me mira el culo descaradamente. Yo le enseño el culo descaradamente. Me visto rápido. De hecho se me ha olvidado ponerme los calzoncillos. Subo 17 minutos más tarde con una baguette bajo mi brazo y dos bolsas que albergan sendos pain au chocolat y flan. Mientras el olor del café recién hecho entra en mi pituitaria, mientras saboreo la placentera sensación de un pain au chocolat en mi boca, mientras observo lo genial que le queda a Carmen mi camisa dejando sus piernas al aire, mientras siento el aire fresco entrar por la ventana (síii, la rota, si), empiezo a pensar embobado en todas esas relaciones que deben existir tanto en mi piso como en el resto de la ciudad, el país o el mundo. Todas cargadas con esa pasión que desde tiempos inmemoriales retrataron tantos artistas. Todas iguales y diferentes al mismo tiempo. Siento que deseo a Carmen, siento con la llego a amar con toda la pasión, pero no estoy seguro de querer vivir con ella, aunque no quiero tampoco separarme de ella. No me quiero encaprichar demasiado, aunque al final siempre lo hago. Últimamente he estado pensando en la posibilidad de volver a España. No le puedo decir que venga conmigo.

- Hey, hoy hay una exposición de Klimt en el Petite Palais, ¿te apetecería venir conmigo? - me dice mientras sujeta la taza de café, con sus manos enterradas en las mangas de mi camisa, con esa cara tan jodidamente bonita.

- ¡Por supuesto que SI!

Me lleno de emoción y no sé por qué, la abrazo, la levanto, casi se vierte el café por mi culpa, no para de reir...

- ¿Te...te gustaría ir a Londres?, la semana que viene...nos saldría barato, solo una noche...¿qué dices? - tal como voy soltando la pregunta, empiezo a pensar que no lo tenia que haber dicho si no me quiero comprometer demasiado

- ¿Estás loco?...¿contigo?, ¿un finde solos por Londres?....ME EN-CAN-TA-RIA!!!

Me hace mucha ilusión, de hecho, lo propuse yo y aún así no sé si debería haberlo hecho...parece que iremos a Londres.

Publicado por Josito en 11/07/2008 11:09:00 a. m. | 2 comentarios  
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domingo, 26 de octubre de 2008

Bajo la lluvia

Lo sabía, al final me tenía que mojar, ¡malditas islas y su microclima!.
- Peter, Peter, entra aquí.
- Muchas gracias Sara. He salido a caminar un poco, y me olvidé del paraguas.
- Ya sabes, aquí hay dos cosas que siempre tienes que llevar encima, el paráguas y la cabeza . (risas)
¿Cómo estás, me enteré de lo de tu madre? lo siento mucho.
- Te lo agradezco. En éstos momentos estoy planteándome dar un giro a mi vida. Ahora no tengo ataduras , mi vida está mas inestable y repartida que nunca. Estoy pensando en ir una temporada a Lisboa, tengo que recoger algunas pertenencias de mis padres.

(siempre me dió la impresión de gustarle a Sara, pero ahora es evidente. su mirada, los ojos brillan como nunca los había visto. la verdad es que pensándolo bien no le he dado ninguna oportunidad.)

- ¡Peter! ¿te pasa algo?
- No, no ..., lo siento. Estoy un poco cansado. Creo que ha parado de llover, voy a aprovechar.
- Vente a casa a comer, mis padres hace mucho que no te ven, seguro les gustará.
- Te lo agradezco. tengo muchas cosas que hacer. Conozco un pub, podríamos tomarnos algo. ¿Qué dices? , hay música en directo.
- De acuerdo, de todos modos, llámame ésta tarde y ya concretamos.
- Vale, ¿Entonces podemos decir que tenemos una cita no?. (en ese momento se puso muy colorada,se agarró las manos e inclino un poco la cabeza.)
- No lo había pensado así ...
- Disculpa, yo no quería, ehh, no era mi intención.

La despedida fué bastante incómoda, ¡como puedo ser tan tonto!, pero se notaba mucho ,se siente atraida por mi, quizás he sido demasiado lanzado.

- Oiga no empuje, cabemos todos!!!

No lo entiendo, siempre sobra espacio. Recuerdo la primera vez que subí al metro, siempre veía como bajaba todo el mundo, y ni se me ocurría a dónde podrían ir. Era Camden Town, la parada más cercana a casa. Ahora mismo, mientras salgo de ella respiro algo muy diferente. Demasiada polución, gente de un lado para otro, no hay humanidad ninguna, ¡que demonios! a finales de semana voy, unos días por allí no me irán mal.

- ¡Señor, señor, su cartera, se le ha caido!

Nada, es como si nadie existiésemos, para mas deshumanización, cada uno lleva su música, ántes al menos escuchábamos la misma en el metro, el tranvía, podías hablar con unos y otros durante 5 minutos aunque fuera.

Buenos tardes, me pone un té. (telef) ¡hola sara! soy peter, te llamaba para concretar la ..., mmm , estoy cerca Camden Town, en el templo del té. Está a cinco minutos. Espero que me disculpes por lo de ésta mañana, no era mi intención. Llámame por favor!

Éste es uno de mis momentos favoritos del día. Un té caliente, un libro y murmullos sin llegar a escuchar ninguna palabra.

¡Vaya! se me ha pasado el tiempo sin darme cuenta, es muy tarde, y aún no me ha llamado. Quizás he visto demasiado donde no hay nada. (telef) ¡hola peter! soy Sara,te voy a proponer una no-cita. Consiste en no quedar en wiston tabern, a las ...!
jueves, 10 de julio de 2008

La Unión

“ Es difícil comenzar a escribir un libro, relato, novela o una simple frase, sobre todo cuando uno aun no se sabe como va a acabar esto. Como construir un pequeño universo de palabras partiendo solo de una, la unión.

Y es que en esta vida todo esta compuesto por la unión de dos partes. Nada esta completo sin esas dos partes. Nacemos de la unión de un ovulo y un espermatozoide peleón que se tiene que pelear entre otros cientos millones de ellos para ser el primero en buscar su otra mitad vital, de la cual su unión generará un milagro asombroso del cual nacerá una nueva vida. Dicha unión conlleva también una función; puesto que toda persona u objeto tiene una función vital en este universo. De que sirve un coche si no es para desplazarnos, del agua si no es para darnos vida, de sol si no es para calentarnos,…. Dichas funciones encadenan a otras, y toda función conlleva una acción y viceversa. La conexión, esa pequeña autovía por la que es posible la unión.”

Este es uno de los textos sacados de uno de los cientos de borradores que tiene mi abuelo. Durante muchos años estuvo investigando sobre el universo, lo que nos mantiene conectados, la unión de la vida. Pensaba que existía una conexión entre las diversas culturas, egipcia, mesoamericana y romana. Los egipcios ya entendían el cosmos como dos tierras idénticas que surgieron de las aguas del caos primigenio en forma de montículo.
Y aquí estoy un arqueólogo sin futuro, que lo máximo que ha descubierto es una chapa de una bebida enterrada en el barro.

Después de cuatro años de repartidor, me dispongo a continuar las investigaciones de mi abuelo. Una maleta, un cuaderno con los apuntes que ha ido recopilando mi abuelo durante toda una vida y un billete para el Cairo.

Un viaje que espero cambie mi vida.
Publicado por Mreno en 7/10/2008 07:56:00 p. m. | 0 comentarios  
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domingo, 8 de junio de 2008

Raíces

Ufff, no puede ser…ya es la hora de levantarse?…Anoche estuvo bien, demasiado bien como para que amanezca tan temprano al día siguiente. Mierda, sí, es de día; la luz vespertina entra por las rendijas de mi ventana (que debo arreglar) y me dan de lleno en el cuadro abstracto que es mi cara. Tengo que ir a hablar con Antoine para que me dé de una vez por todas el guión del cómic. Esta tarde he vuelto a quedar con Carmen en la Fontaine Sant Michel. Llevo viéndome con ella como tres meses ya. Resulta curioso, salí de España con la idea de fundirme en la vida de otras culturas, la francesa en concreto. Sin embargo, vivir aquí me ha hecho unirme aún más al lugar de donde vengo. Desde que estoy aquí me siento más integrado a la ciudad en la que vivo, pero al mismo tiempo ha nacido en mí un patriotismo exacervado que nunca tuve antes. Cada vez que hay un espectáculo cuyo principal protagonista sea español, voy como una flecha a reservar mi entrada para recibir desde mi ocupación parisina a un integrante de «mi tribu». Frecuento bares en los que se habla español. Allí conocí a Carmen. He conocido mucha gente aquí, pero ¿por qué me siento más atraido hacia ella? ¿Qué es eso que nos une en la distancia? Es ese vínculo, un hilo que mantiene unida en la lejanía dos partes de un mismo jersey.

Últimamente me siento a pensar, mientras me baño en el esporádico sol parisino, en todas aquellas personas que por cualquier motivo se fueron a otro país, que decidieron vivir de un modo u otro. Que decididieron dejar su tierra, sus raíces para poder comer o que simplemente salieron para poder conocer (que es otro tipo menos vital de alimentación).

¡Dios!, de verdad. ¡Qué careto! Tengo que dejar de salir hasta esas horas. Pero la verdad es que el tiempo pasa volando. Resultaba gracioso, aunque podía llegar a ser muy pesado, cuando tu padre o tu abuelo te lo decían, pero es cierto y no te das cuenta de ello hasta q tu vida cogió el ritmo suficiente como para que te sea lo suficientemente imposible pararlo. Por eso es mejor vivir la vida, sin pausa pero sin prisa, saboreando cada bocanada de gestos, sensaciones, sonidos e imágenes. Me gustan las imágenes, me gusta representar un trozo de realiadad en papel y que perdure hasta que sea pasto de llamas o del tiempo, que trabaja con tranquilidad pero que posee una acción nefasta para la eternidad. Son trocitos sesgados de un tiempo, de un momento que está pasando en el justo instante en el que lo plasmas en la fotografía o en el lienzo. Pero lo más impresionante de todo, es que en la realidad de mi ser, experimento abstracciones o fantasías que igualmente puedo reflejar.

Añoro los momentos que un día fotografié o dibujé de mi tierra, son reflejos de memoria idealizados. Es verdad que capté lo que pasó, pero mi mente me juega malas pasadas y transforma un hecho real en algo idílico. Es posible que sea por eso por lo que miramos atrás cuando estamos fuera y buscamos cualquier excusa para hablar de nuestro país o reunirnos con nuestra gente. Y todo eso a pesar de que me fuí porque no aguantaba estar allí encerrado en la inmensidad del horizonte, de la planicie inmensa de mi península.

He acabado deseando aquello de lo que huí; y todo porque los límites, por lo general, son finas líneas a veces incluso transparentes.

Publicado por Josito en 6/08/2008 05:33:00 p. m. | 0 comentarios  
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domingo, 1 de junio de 2008

El Nexo del Intervalo

A veces me preguntan, por la definición de intervalo. Bueno, creo que es el intermedio entre dos puntos. Si hablamos de tiempo, sería todo el tiempo que transcurre entre dos fechas. En el caso del físco, es obvio. Pero el verdaderamente interesante es el espacio-tiempo. Todo lo que sucede, todo lo que se piensa, se calcula, todas las personas que se han cruzado en ese triángulo de distancia.

¿cuanto puede haber, entre esas dos nubes?. Tanto fisico como temporal son dificiles de calcular, aunque parezca que van despacio, se persiguen constantemente. Recorren el globo de un lado para otro, dando la posibilidad a millones de personas, de dar riendas sueltas a la imaginación. Puede ser un perro detrás de un gato, o viceversa, e ir contra las leyes de la naturaleza. Es un momento único, mirando al cielo, tocando la arena con mis manos, y sintiendo la brisa del mar. Al igual que las nubes, los portugueses también recorrimos el globo, hace ya algunos cientos de años. Cierro los ojos e imagino llegar decenas de barcos, que durante años, han recorrido miles de kilómetros. Dicen de nosotros, que fuimos, los jardineros del mundo. Llevabamos plantas de un lado para otro, e intentabamos insertarlas en un clima similar pero en la otra punta del globo. Es gracioso pensar, que lo que antes se recorría en años, y miles y miles de escudos, hoy con treinta míseros euros, lo haces en unas horas. Bueno, los intervalos a veces se estrechan. Otras veces se alejan tanto, que no sabes si llegaras al final.

Hablo de mi como portugués, en realidad soy mitad ingles y mitad portugués. Acabo de llegar hoy a lisboa, he dejado el equipaje en el hotel y venido a la playa. Mi historia es un poco rocambolesca. Soy hijo de una portuguesa y un inglés. Mi madre ha muerto recientemente y he venido a buscar sus pertenencias. Vereis, mis padres discutían bastante, asi es que yegaron a la conclusión de dejar cada uno, sus bienes mas queridos en la casa del otro. De modo, que cuando se separarsen, volverían a verse, y surjiese todo de nuevo. La verdad es que siempre funcionó. He hecho bastantes veces ese trayecto con los dos. Y he visto como esas cajas llenas de fotografías, cartas, regalos, en vez de alejarse definitivamente, se ivan llenando cada vez más, uniendo a dos personas hasta su muerte. Nunca me contaron como se conocieron, ni como nací yo ni nada por el estilo. Trabajaban día tras día mas de 10 horas, y pasé mucho tiempo en manos de familiares, amigos y colegios internos. Así es que a los 18, pensé que debería ir por mi cuenta, y es lo que hago. No me resulta extraño, porque es como me han hecho, como he vivido, entre lisboa y londres, entre una historia de amor, entre dos culturas. Pero al fin y al cabo, muy estrecha, tanto que soy ese punto de unión, el nexo del Intervalo.

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